BARCO FANTASMA

BARCO FANTASMA

Segunda parte

Día 21:  Me encuentro vagando en el mar, sigo con vida. Todo está anotado en mi bitácora: días muy ocupados y llenos de eventos importantes. El viento sopla a mi favor y cómo siempre lo he dicho, ¡lo mejor siempre está por venir!

La gran nube encima de mi cabeza se desploma como si todo hubiera sido producto de mi imaginación.

Ojalá todo fuera tan fácil como soñar. Ojalá pudiera convertir el soñar en un empleo para sobrevivir todos los días.

- ¡Pon los pies en la tierra, mujer!

- ¿Has observado donde pisas ahora?

Mis pies está humedecidos de nuevo, ¿Hiperhidrosis? ¿Agua marina? ¡Qué importa!

- ¿Otra vez saliste a volar? ¡Concéntrate de una buena vez!

- Sigues con absolutamente nada, solo contemplas tu mente y el mar como siempre.

Ojalá las cosas fueran más fáciles ¿No lo crees?

- Si quieres conseguir algo de verdad, te va a costar fuerza, energía, trabajo, esfuerzo, desvelos, lluvias, desiertos, tormentas, inviernos, sequías, mares, ríos, montañas...

- ¿Hacia dónde te diriges?

No tengo un lugar fijo que digamos, puedo amoldarme a los gustos de cualquier persona, creo...

Bueno, tal vez no de todas, pero sí de las que yo quiera. Puedo seguir sus reglas ¿Me explico? 

Ellos se encargan de la administración y yo como ayuda en la mano de obra. No cualquier obra barata, aclaro, pero de todas formas es más cómodo estar ahí.

- Sí, pero ¿Hacia dónde vas tú?

Bien, lo volveré a explicar esta vez a tu nivel intelectual ¿Si?

- ¿Ni siquiera sabes que quieres, cierto?

Quiero visitar muchos lugares, me gustaría un día llegar al otro lado del mundo. Inventar un calzado magnético y anclarme a la tierra. Debo estar preparada para cuando vaya al otro extremo de la tierra y camine de cabeza. Podría caer al vacío...

Y es que esa vez soñaba demasiado, como cuando no tengo ningún plan, como cuando no hay algún motivo más para ponerse en marcha, como cuando sueñas despierto como un remedio a la realidad.

- Anota tus materiales: madera, buena madera…

Esperaré otro poco más aquí - interrumpí su larga lista - seguramente un barco viene en camino. Juego los dedos de mis manos por décima vez.

El mar es tan bonito, ojalá fuera a conocerlo y ver más allá de ese horizonte.

- ¡Madera, buena madera, dije!

- Resistente y flexible a la vez, necesitaras que sea así. Hasta un hueso muy compacto puede fracturarse con más facilidad si no tiene flexibilidad. 

- Piensa en que ruta vas a tomar y sobre todo… ten claro los objetivos de este viaje

- Y como el hueso y la madera… se resistente y flexible a la vez. Yo vuelvo más tarde.

El tiempo a solas no me ayuda mucho, solo vago en mi cabeza, no me hallo en este lugar, estoy cansada, no sé qué quiero porque tal vez en este momento no quiera querer nada. Lo intentaré, aun así.

Esperé debidamente pero no volvió. Esperé unos días más y no se asomó, ni siquiera ese sol rojo del atardecer, tan sólo había un ambiente insípido a partir de las cuatro de la tarde. 

Supongo que tendré que hacer esto sola, pensé con cierta decepción. Y así fue.

Por lo menos comenzaba en mí la inquietud de seguir adelante y comenzar a planear alguna ruta. Empecé a escribir y escribir frente al mar. Lo que quiero en verdad. 

Pasaron y pasaron los días y las semanas. Se requirió de esfuerzo, dinero, carpinteros, y todas esas personas que se necesitan para construir un barco, cosa que cualquier persona sabe y no es necesario escribir. 

Mi mirada aún no está del todo convencida al ver hacia ese difuminado horizonte. Las dudas y las angustias se adelantan a mi pensamiento y entonces vuelvo la mirada hacia otro lugar, hacía el barco que construyo, hacia lo que puedo hacer ahora.

Cuando no sé a dónde ir, ni mucho menos que ruta tomar, solo sé que mis ojos debo alzar. Cuando hay un alboroto en mi cabeza y no puedo pensar claramente, sé que ver el cielo me trae paz para organizar. Y a pesar de que los días siguen pasando, cada vez voy avanzando un poco más en mi ruta, y mi barco, de manera sencilla y firme, va tomando forma. Esta vez el barco era real, no se esfumaba más.

No puedo decir todo lo que pasó en unas pocas líneas por que pasaron más y más días. Fue cansado pero satisfactorio, tardado y hasta a veces tedioso. Haciendo, comprando, inspeccionando, trayendo, dejando, cargando, soltando, martillando, resanando… 

El agua comienza a mover suavemente el barco mientras el atardecer alumbra por última vez en el día para darle paso a la oscura noche. Las primeras paradas son desconocidas, pero no tan complicadas, al menos eso parece. Durante este viaje solo sé que el viento, las olas, las tormentas y el sol quemante del mediodía estarán ahí, por otro lado, también el susurro suave del agua, el cantar de las aves y los atardeceres rojos aún podré ver. Habrá paradas en tierra y otras en medio del mar. Pero tengo la esperanza de que este mapa es inspirado por quien me ama más. Eso me da seguridad y paz. Aunque no está terminado y los lugares a donde quiero llegar ahora me van llevando a otros, me siento segura. Es como las piezas de un rompecabezas, cuando encajan perfectamente con la pieza correcta y se asoma más la imagen, es entonces cuando sabes que pieza poner a continuación. Es así como cada parada en tierra y mar me llevan más adelante en mi camino. Avanzar así hasta llegar a mi destino.

Atardecer
Software utilizado: ArtRage Studio