NO TENGO REMEDIO
NO TENGO REMEDIO
Dicen que todos los caminos llegan a Roma ¿Será cierto? Y si… ¿Hay algo que desvíe los caminos con
una fuerza externa para guiarte a un solo lugar, tomes la decisión que tomes?
¿Has leído cómo el Principito doméstica al zorro? ¿Es acaso
que mi corazón ha sido domesticado?
Tomo decisiones por mí misma, pero parece que floto en una
nube de tu voluntad, nací para ti, no tengo remedio.
Y es que nací con libre albedrío, pero no lo entiendo, mi
corazón ha decidido ya por mí, no tengo remedio.
Quiero tomar los caminos que me guía mi rebeldía y en medio
de la oscuridad siento el temor de que me faltas tú.
Y si me faltas tú, siento que me muero, no tengo remedio.
Es así como he tomado decisiones, que tiempo después me
regresan a ti, parece que busco la felicidad en diferentes partes. No logro
abrir por completo el regalo que tienes para mí, estoy cansada de abrir
envoltura tras envoltura, mi actitud impaciente y mi mente del aquí y el ahora. Buscando caminos fáciles de transitar con felicidad al
alcance.
Pero veo como el camino se desvanece tan rápido, en cuanto
te brinda felicidad, empieza a desmoronarse en mil pedazos que caen al abismo.
Cuando uno siente peligro de verdad, corre ¿No es cierto? Si
hay un camino roto de un lado mirando hacia al abismo y completo del otro por
donde entraste ¿Hacia dónde corres?
He ido con inercia manejando mis pasos, pero me falta más
coraje, más valentía que día a día consigo estando a tus pies.
No es una meta que he conseguido, es un camino que transito
hacia la meta.
Es por eso que creo que mi corazón se dirige hacia muchos
caminos que terminan llegando hacía ti. Porque nació para ti y no puede
reemplazar con felicidad pasajera la que es eterna. La satisfacción a través
del dolor que te hace crecer y te lleva a una felicidad mejor que la que afecta
a uno sólo.
Es mejor la felicidad compartida, es mejor la felicidad
eterna, es mejor la fe en medio el dolor que la angustia de la desesperanza.
Mi corazón te ha conocido y no encuentra algo mejor que tú
porque no lo hay, aunque mi impaciencia me lleve a quebrarme de vez en cuando,
en el fondo sé dónde debería estar, dónde debería esperar, dónde debería
entregar mi corazón.
Es por eso que no tengo remedio, mi ser no conoce mejor amor
que el tuyo, y siempre correrá de nuevo a ti.
Las distracciones pasajeras llevan a satisfacciones
pasajeras. Seguirte no es fácil, pero es el mejor remedio que tengo, y más que
remedio es el aliento de vida que me hace vivir y no solo sobrevivir.
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