BARCO FANTASMA
BARCO FANTASMA
Primera parte
- ¿Disculpa? Sigo las reglas de mi propio barco no el de nadie más
Observo mis pies humedecidos a la orilla del mar.
- ¿Dónde está tu barco? Respondió, mientras se acomodaba en la húmeda y áspera madera del puerto.
Trago lo último de saliva que había en mi boca seca. Veo como se desvanece mi barco, como si sólo hubiese sido producto de mi imaginación.
No tengo dónde irme ahora, pensé preocupada. Sin saber que el mayor problema apenas se asomaba.
Frente a mí se encontraba el inmenso mar, el viento sacudía mis cabellos y la fuerte brisa humedecía mi rostro. Ahí estaba yo, tan insignificante, tan diminuta, paralizada por el asombroso atardecer y la majestuosidad del agua interminable. Sin ninguna idea de porqué estaba ahí, sin voluntad para poder llorar, para poder correr, para poder tumbarme, aunque sea, sin aliento para poder decir una palabra más. Sólo ahí, parada a la orilla del mar viendo como mi futuro desconocido e incierto se difuminaba igual que la línea del horizonte.
- ¿Dónde está tu barco? Seguía molestándome más…
Volteé mi rostro para dirigir mi mirada hacia la voz, sólo es una persona más como yo, igual de insignificante seguramente ¿Sus palabras acaso importan?
- ¿De dónde vienes?
- ¿Cómo llegaste hasta aquí?
- ¿Hacia dónde te diriges?
Estaba perdida y con una molesta persona cerca preguntado tantas cosas.
- ¿No tienes nada cierto? Has venido de un barco que no es tuyo y te han botado aquí ¿No lo recuerdas? o ¿Simplemente quieres verlo un poco más amable? Te lo plantearé de otra forma: caíste accidentalmente al mar por hacer todo bien.
- Te ayudaré si así lo quieres, se ve que no sabes nada de barcos, no sabes nada del mar, no sabes nada de navegación y dudo que apenas sepas manejar el viento a tu favor, ¿Tienes una brújula al menos?
Estoy tan molesta.
¿Cómo alguien puede decirme que no se nada? ¿Acaso no conoce quién soy? Soy un cuadro de honor en la pared, una persona ejemplar. No puede burlarse de mí. No soportaré una burla más.
Su mirada es tan segura. Parece saber lo que dice, parece tener experiencia, parece ver las cosas con otros ojos.
Me quedaré un tiempo más aquí. No iré a ningún lado, si no me muevo de aquí al menos no correré peligro. Esto es lo único que conozco por aquí. Parece seguro, al menos hasta donde alcanzo a ver.
No me importa lo que diga voy a permanecer aquí, seguramente veo algún barco conocido y podré seguir mi camino. Aunque sea un barco que luzca amigable, pero que me saque de aquí. Cuando se paren en este puerto podré saludarles y amablemente accederán. Voy a hacer todo bien, siempre funciona. Todos quieren a las personas buenas y serviciales.
Está oscureciendo.
No hay nadie más.
Ni siquiera la persona molesta, ¿Cuánto tiempo me perdí en mis pensamientos?
Al menos es un lugar seguro. Hace mucho frío, pero la luz de la luna es suficiente, mi abrigo es rechoncho y estamos en verano. Solo esperaré, esperaré...
Caí en un sueño profundo.
Un motor y el murmullo de la gente suena. Es de madrugada y hay mucha actividad por aquí. Un barco acaba de atracar a un costado. Se ve bien, está lleno de lujos y luce elegante. Me acercaré un poco más. Ahora soy mucho más invisible que estando lejos. La gente pasa alrededor mío cual poste de madera en medio del camino. Este barco sí que está ajetreado y muy ocupado. Su gente ni siquiera nota que estoy aquí. Es más tan pronto como llegaron ya se van. Sólo pararon a comprar más cosas para llevar encima como modelos extravagantes de pasarela.
- ¿No te apetece partir? ¡Vamos! Es tu oportunidad de salir de aquí. O de otra forma, ¿Cómo vas a irte? Te veo con prisa y este no es un puerto muy concurrido. ¡Vamos! Seguramente tu actitud amable y servicial te hará triunfar ahí. Hasta podrías llegar a lucir como ese barco. Lo tiene todo y no necesita de nada ni nadie más.
Otra vez estaba ahí. La persona que me hablaba antes, parece que tenía una preocupación por que llegara a salvo a mi destino. Pero sabía que ni siquiera tenía un destino a donde ir.
No quiero ir a ese barco, prefiero quedarme aquí a contemplar el mar.
- No puedes vivir esperando otro barco. No puedes seguir tu camino de esa forma. Sólo sigues destinos ajenos. No tienes a dónde ir. Sólo navegas por que sí. Tarde o temprano te vas a dar cuenta de lo que te digo. Puedes empezar ahora a despertar o más tarde. Pero la experiencia me dice que sigas mi consejo.
- Tienes que tener tu propio barco. Tienes que construirlo, dijo con firmeza.
- No lo entiendo. Siempre pensé que tenía mi propio barco, pero nunca tuve uno…- No me había dado cuenta hasta que me echaron del último en que viajaba y... nadie más volvió a subirme a su barco.- ¿Tengo que hacer uno?, pero nunca lo he hecho. ¿Cómo se supone que debo empezar? ¿Qué materiales necesito?- Debo admitir que tengo miedo y muchas dudas, que nunca pensé estar aquí ni había notado lo incompleta que estaba, que no tengo un destino a dónde ir, que tomaba destinos ajenos con un corazón encendido por luz artificial y no por fuego.- Ahora me encuentro en un puerto con el inmerso mar frente a mí, sintiéndome impotente, pero queriendo ir más allá a pesar del miedo.- Necesito mucha madera, madera resistente.- Necesito trazar un plano. Necesito comenzar…27-07-19
Comentarios
Publicar un comentario