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Mostrando entradas de abril, 2020

Músculos

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Músculos Grafito y Acuarela Edición en Photoshop Así que yo anuncié el mensaje, tal como él me dijo. De repente, mientras yo hablaba, se oyó un ruido, un traqueteo por todo el valle. Se juntaron los huesos de cada cuerpo y volvieron a unirse hasta formar esqueletos enteros.   Mientras yo observaba, vi que se formaron músculos y apareció carne sobre los huesos. Después se formó piel para recubrir los cuerpos, pero aún no tenían aliento de vida. Luego me dijo: «Hijo de hombre, anuncia un mensaje profético a los vientos. Anuncia un mensaje profético y di: “Esto dice el  Señor  Soberano: ‘¡Ven, oh aliento, ven de los cuatro vientos y sopla en estos cuerpos muertos para que vuelvan a vivir!’”». Así que yo anuncié el mensaje como él me ordenó y entró aliento en los cuerpos. Todos volvieron a la vida y se pusieron de pie; era un gran ejército. Ezequiel 37: 7-10

Fe

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Ojos de Fe Tinta china y anilina Fe Dentro de mí puedo alumbrar, lámpara deslumbra mi interior, como un hueso sin médula ósea, pasa trabéculas su esplendor. Las olas siempre suenan, por delante o por detrás, en medio aún suenan más, no sé cuando despertaran. Las rosas se ven cercanas, pero no percibo su aroma, en realidad no se acercan, pero mis sueño las toma. La distancia nunca se sabe, tomar las rosas y dejar las olas, será un pisar que no es grabe, si diriges mi lámpara suave.

LO MÁS IMPORTANTE

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LO MÁS IMPORTANTE Volvía mi mirada hacia atrás, veía a lo lejos esa vieja casa en medio del bosque. La hierba estaba tan alta que podía cubrir mis hombros. Tan descuidada la casa. Esa casa es muy hogareña, con sus pisos y puertas de madera y una gran chimenea que calentaba todo el ambiente. Un lugar acogedor lleno de buenos recuerdos y unos no tan buenos. Después del ajetreo de la ciudad, pasar una noche en mi vieja casa será tranquilizador pensé, y así fue. El calor de esa casa me inundaba, me sentía abrazada por sus paredes y muebles de madera. Tenía sólo un cuarto, una pequeña cocina y una sala, ésta última sólo consistía en un sillón individual. Así que, realmente era pequeña, pero acogedora, muy acogedora. En esa casa nacieron grandes sueños como pequeños escritos en libretas. Grandes sueños que se visualizaban como pequeños. Grandes dudas que se hicieron enormes. Gran incertidumbre que se resolvió muchos años más tarde. Pero sobre todo, donde surgió un gran amor. Y...